Caminata por la Paz:
El 15 de julio del presente año tuvo lugar la caminata por la paz o
también conocida como caminata CAS. Para la siguiente actividad nos reunimos en
la playa a las 8:00 am, hora que para muchos fue un desafío llegar, sin embargo
la gran parte del salón asistió a esta simbólica actividad, por lo que el
compromiso tanto personal como grupal fue muy bueno demostrando que empezamos
con “el pie derecho”.
Antes de iniciar la caminata, como el nombre lo menciona, realizamos una
pequeña actividad inicial, que consistía en hacer una bandera que refleje la ciudad
de Dios, para este caso, 5to F con los materiales que se nos entregaba, los
cuales eran la tela blanca y un par de temperas. Para ello tuvimos dificultades
al elaborarla pero se pudo realizar un muy buen trabajo. La bandera reflejaba
la ciudad de Dios con edificios los cuales representarían a una ciudad tal y
como son ahora, pero la particularidad de esta, es que en el centro había una
capilla, simbolizando a Dios y con el objetivo de demostrar que Dios
verdaderamente es el centro de todas las cosas y que gracias a su presencia
esta ciudad se puede seguir formando. Entre otros elementos de la bandera, se
encontraba el corazón inquieto, característico de los agustinos, porque es lo que nos define
junto con el trabajo en comunidad.
Tras culminar con nuestra bandera, pasamos a realizar la caminata hasta
el morro solar, a primera vista puede parecer cansado realizar el recorrido,
pero fue todo lo contrario, por el hecho de que al estar con nuestro salón
conversando de distintos temas sean del colegio o de uno mismo, la caminata en ningún
momento se sintió pesada, muy aparte de la distancia, también se contó con una
breve parada en donde fray Álvaro nos dio una pequeña charla acerca de la vocación
agustina y de cuán importante era la paz en nuestra sociedad y cómo podríamos promoverla
mediante la ayuda de Dios. Fue una charla interesante, porque me hizo pensar
bastante acerca de lo que estaba haciendo y si es que en verdad en algún momento
pensaba en el prójimo o si es que de verdad trabajaba en comunidad. Para ello
como reto personal, traté de permanecer todo el rato con mi nueva comunidad,
5to F. puede que no tenga mucha confianza con algunas personas del salón, pero
consideraba necesario compartir la experiencia con ellos, pues si uno se pone a
pensar, son las personas con las que más tiempo pasas en el día, por lo que
sería bueno compartir con ellos algo más que horas de clase.
Luego de la breve parada, me percaté de la cruz del papa, está según lo
que nos mencionó el fray y lo que pude averiguar tuvo una historia muy
inspiradora, por el hecho de que fue construida por restos de torres de alta
tensión derribadas por terroristas y como una bienvenida al Papa Juan Pablo II
en su segunda visita al Perú, en el año 1988, que como se sabe el
terrorismo era el “pan de cada día” de
aquellos tiempos. Ahí rescaté una frase del fray que decía algo similar a: “realizar
o hacer de las cosas malas, otras buenas” porque muchas veces nos damos por
vencidos ante cualquier adversidad que se presente en nuestra vida sin poder
pensar sobre una solución a esta, nublándonos y limitándonos para que al final
no podamos crecer. Por lo que ante esto debemos de continuar con nuestra vida y
tratar de observar que salió mal para evitar hacerlo otra vez.
Ya en la parte final de la caminata fuimos al monumento al soldado
Desconocido, que fue hecho con el fin de rendir homenaje a los combatientes que
ofrendaron sus vidas pero explícitamente a aquellos que la historia por
distintos motivos omitió. Es sorprendente como varias personas, en este
particular caso, son capaces de entregar sus vidas por un ideal o por un país,
lo cual también guardó bastante relación con lo que los mártires hicieron en su
momento, al ser capaces de morir por su religión y es lo que hoy en día prácticamente
no existe. Ahora tantas personas (incluyéndome) se encierran en su mundo,
dejando de lado a los demás con el único objetivo de generar dinero, pero
¿Acaso lo material nos da la felicidad plena? Pregunta que muchas veces me he hecho y muy difícil
de responder, pues gente como los soldados desconocidos o los mártires, no recibían
nada a cambio de sus sacrificios y vidas, dándome a entender que estas personas
luchaban por algo tan fuerte e importante que ni todo el dinero del mundo
podría cubrir, cosa que debemos de darnos cuenta e interiorizar, pues cuando lo
material se acabe ¿Qué sigue después? Por eso pude entender en esta caminata
que las amistades, él trabajo en comunidad y sobre todo Dios, nos permiten
llegar a encontrar eso por lo que debemos luchar, que hoy en día es por la
ciudad de Dios que para muchos nos resulta muy utópico cuando con un poco de esfuerzo
y sacrificio seriamos aquellos soldados
desconocidos que fueron capaces de entregar su vida por seguir construyendo la
ciudad de Dios. Todo lo aprendido lo puedo resumir con la siguiente frase: “Dios
le da las peores batallas a sus mejores soldados”.
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